El sifón japonés es café convertido en ceremonia. Un método que combina ciencia, arte y paciencia. Dos esferas de vidrio, una fuente de calor, y el movimiento del agua que sube, baja y transforma. Como un ritual alquímico, el sifón convierte lo cotidiano en extraordinario.
Este sistema funciona por presión de vapor: el agua en la cámara inferior se calienta, sube por un tubo hacia la cámara superior donde se encuentra el café molido. Allí se infusiona brevemente, y al apagar el fuego, la bebida desciende por vacío hacia la base. El resultado es un café limpio, aromático, con cuerpo medio y una textura sedosa.
Para prepararlo:
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Café de molienda media.
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Agua filtrada.
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Proporción: 1 parte de café por 15 de agua.
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Tiempo total: 3 a 5 minutos.
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Fuente de calor: alcohol, gas o halógeno.
El sifón no es solo técnica, es espectáculo. Cada paso se observa, se espera, se celebra. Es ideal para cafés de origen único, donde cada nota se expresa con claridad. Y para quienes disfrutan del proceso tanto como del resultado.
¿Y si preparar café fuera una forma de meditación?
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